Comunicado de Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR).
Desde la visita relámpago del Borbón…
En el
Sahara Occidental, comienza a crearse un malestar, y una situación que se podía
calificar de críticas, no solo en la población saharaui, sino también entre los
militares, especialmente oficiales del ejército colonial español, y poco menos
entre la población civil. Esto estaba provocada por el ascenso independentista
en el Sahara Occidental por un lado, y por otro la organización de la “Marcha Verde” en Marruecos.
Ante esta
situación, el 2 de Noviembre de 1975, Juan Carlos de Borbón, en calidad de Jefe
de Estado en funciones (ya que el dictador Francisco Franco estaba en las
últimas), se desplaza a El Aaiún, para dar ánimos de esperanza y tranquilidad.
Sus palabras fueron “España cumplirá sus
compromisos.
Se hará cuanto sea
necesario para que nuestro Ejército conserve intacto su prestigio y su honor”.
Dirigiéndose a oficiales y suboficiales dijo “Deseamos proteger también los legítimos derechos de la población civil
saharaui, ya que nuestra misión en el mundo y nuestra historia nos lo exigen.”
Estas palabras eran huecas, y estaban llenan de
mentiras y de engaños, pero son las que les gusta escuchar al colectivo
castrense, pero el pueblo saharaui, supo captar que aquello era el principio de
las traiciones. El Polisario comenzó la organización de la defensa armada así
como éxodo de la población civil indefensa.
…a la Marcha Verde
Ya en 1973, el agotado gobierno franquista, se
había comprometido con la comunidad internacional, sobre el proceso de
autodeterminación del Sahara Occidental Español. El régimen de la dictadura se
le hacía pesado aguantar aquel territorio. El Frente Polisario, había iniciado
su guerra de guerrilla, con un máximo, “respetar por encima de todo a la
población civil foránea”.
Dos días antes de la visita del Borbón a El Aiún,
el 30 de Octubre de 1975, y previos acuerdos diplomáticos entre el estado
español y Marruecos, y con el visto bueno de Estados Unidos, Francia e Israel,
el rey de Marruecos, Hassan II, ordena el inicio de la llamada “Marcha Verde”. Bajo la promesa de que el
Sahara Occidental, era parte del Gran Magreb. Esta “marcha” que se inicia en el
norte de Marruecos, recorre todo el reino alauí, para concentrarse en
Tarfaya.
Como se decía antes, este circo montado por los
gobiernos de Madrid y Marruecos y bajo la dirección del Secretario de Estado de
EEUU, Henry Kissinger, era una pantomima ante las presiones internacionales, en
el que se pedía la realización de un referéndum entre la población saharaui,
para su independencia. Hubo muchos pronunciamientos Internacionales a favor de
la convocatoria del referéndum por la independencia del Sahara Occidental. El
circo tenía tres grandes protagonistas, como director general, Kissinger, director
de una pista Juan Carlos de Borbón y director de la otra pista Hassan II.
Apenas una semana después de la visita del Jefe
de Estado en funciones, Juan Carlos de Borbón, a El Aaiún, Hassan II da órdenes
de que los componentes de la “Marcha
Verde” retrocedieran y volvieran a sus casas.
Si la “Marcha
Verde” no logró cruzar la frontera del Sahara Occidental, ¿es que fue un
fracaso?, para nada, todo lo contrario, la “Marcha
Verde” fue más allá de los acuerdos secretos, y Marruecos ordenó a su
ejército hacer una irrupción por la zona noroeste del Sahara Occidental,
matando varios cientos de saharaui que
no tenían armas para defenderse. Por otro lado, y este era el principal
objetivo, presionaba al gobierno de Franco para que no alargara los acuerdos
que posteriormente se daría en llamar “Los
acuerdos de Madrid”.
Los acuerdos tripartitos de Madrid
El 14 de Noviembre de 1975 es la fecha de la
vergüenza, de la traición, de la mentira y la cobardía. El joven Jefe de Estado en funciones Juan Carlos de
Borbón sabía mucho de eso, ya que no tuvo ningún escrúpulo en traicionar a su
propio padre en eso de la sucesión, aunque “tanto monta, que monta tanto”. Ese
día fue cuando se plasmó en un documento llamado “El Acuerdo Tripartito de Madrid”. Unos acuerdos inmorales,
ilegales y suicidas.
Fue un documento muy sencillo, aunque tenía
varios anexos secretos. Fue una simple declaración y muy escueta, en la que el
estado español transfería la administración el Sahara Occidental, pero no la
soberanía, a una administración temporal tripartita con España, Marruecos y
Mauritania. Lo cierto es que después, la ONU no ha considerado ni a Marruecos
(ni, en su momento, a Mauritania) como potencias administradoras del territorio
del Sáhara Occidental, que sigue en la lista de territorios pendientes de
descolonización por parte del estado español.
Los anexos secretos, de los que se ha tenido
conocimiento, estipulan que Marruecos participará en el 65% de la empresa de
FosBucraa, que explotaba las minas de fosfatos, a cambio, España tenía derechos
de pesca, para 800 barcos durante 20 años. Evidentemente, Marruecos como era y
es costumbre, no cumplió tampoco con este acuerdo y se quedó con toda la
explotación del fosfato y de la pesca.
El equipo “negociador” por parte del estado
español en complicidad con Marruecos, eran Juan Carlos de Borbón como Jefe de
Estado en funciones así como el sector más duro del gobierno franquista: Carlos
Arias Navarro como presidente del gobierno, Antonio Carro Martínez, ministro de la
Presidencia y José Solí Ruiz, ministro de la Gobernación, con amplios intereses
económicos en Marruecos. Estos
“negociadores” tenían el respaldo de parte del Alto Estado Mayor encabezado por
Manuel Gutiérrez Mellado, quien ocultó sus intenciones a sus compañeros de armas,
quienes eran partidarios de que el estado español cumpliera sus compromisos con
el ejército y con el pueblo saharaui.
Legalidad del acuerdo, traición del
estado español
El Acuerdo
Tripartito de Madrid, además de haberse llevado en base a mentiras y traiciones,
fue (y hasta la fecha sigue siendo) un acuerdo ilegal y sin efectos políticos
internacionales. La Leyes Fundamentales
vigente en la época establecían que, para que un tratado que afectara a la
soberanía e integridad territorial del estado español, existía la obligación de
informar de la celebración del Tratado a las Cortes, quienes deberían
aprobarlo, la ratificación del Jefe del Estado
y su publicación en el Boletín del Estado.
Nada de esto se cumplió, incluso el ministro de
Presidencia, Antonio Carro, mintió en múltiples en las ocasiones en las Cortes,
manifestando que el estado español no había firmado ningún Tratado para la
descolonización del Sahara. Por lo tanto, a día de hoy, ningún gobierno de la
“democracia” ha denunciado aquellos “acuerdos” y se han hechos cómplices de los
mismos.
Al amparo de los mencionados acuerdos, Marruecos
tortura, desaparece y asesina a cientos de miles de saharauis. Desde Izquierda
Anticapitalista Revolucionaria IZAR condenamos la traición cometida por el
estado español y el abandono del Sahara Occidental durante estos 40 años en
manos de Marruecos, exige el cumplimiento de la legalidad internacional en su
descolonización e independencia y en la denuncia de aquellos acuerdos, y
expresa la completa solidaridad y apoyo al pueblo saharaui y el Frente
Polisario.
¡SAHARA
OCCIDENTAL VENCERÁ!
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