martes, 3 de noviembre de 2015

CONTRA LAS VIOLENCIAS DEL PATRIARCADO Y EL CAPITAL 7N

Comunicado de Izquierda Anticapitalista Revolucionaria (IZAR)

Desde Izquierda Anticapitalista Revolucionaria IZAR queremos resaltar la importancia de la participación en la convocatoria del 7 noviembre convocada a nivel estatal contra las violencias machistas en Madrid, pues consideramos primordial la visibilización de esta problemática y la movilización de toda la sociedad para combatir esta cuestión. Pese a considerar el 7N como una fecha que no muestra el movimiento feminista real, el que lucha día a día por mejorar la vida de las mujeres, entendemos que es necesaria una respuesta fuerte y unitaria ante los múltiples ataques que recibimos constantemente.

No consideramos la violencia machista como una sola tal y como la caracterizan las instituciones, los medios de comunicación y la sociedad en general, pues realizan análisis parciales y simplistas en los cuales se tiende a caricaturizar tanto a los agresores como a las agredidas, tachándonos a las mujeres como las débiles, evitando reflexionar sobre la cuestión clave de que estos acontecimientos no son aislados, tienen una significancia en su conjunto donde es la mujer la que siempre se lleva la peor parte del machismo que nos impone este sistema político-económico en el que vivimos.

El número de muertes de mujeres a manos de hombres es desafiante, y por desgracia cada mes la suma de feminicios va en incremento, lo que da a entender que este problema social fruto del sistema capitalista y patriarcal lógicamente no se solventa con esta ley actual (Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género). Las mujeres sufrimos violencias machistas en todos los ámbitos de nuestra vida, que desembocan en los peores casos en los asesinatos de las mujeres, pero esto es solo la punta del iceberg. En la raíz del problema encontramos comportamientos y actitudes que hacen constante la existencia de los feminicidios, los malos tratos en la pareja, las agresiones sexuales, la violencia psicológica, comentarios y chistes sexistas, actitudes controladoras… sin olvidar las actitudes paternalistas que suponen a la mujer como la parte débil que debe ser cuidada y protegida por ellos. Todo esto legitima la existencia de una desigualdad de poder que subordina a las mujeres frente a los hombres.

También es violencia el sistema económico que nos gobierna imponiendo una división sexual del trabajo, que desemboca en una feminización y extensión de la pobreza. Se precarizan los trabajos feminizados en el mercado laboral, también recae aún más el peso del trabajo doméstico, reproductivo y de cuidados sobre nosotras, para devolvernos a un estado de invisibilidad y sometimiento. Además el patriarcado pretende decidir y legislar sobre nuestra sexualidad, nuestro cuerpo, nuestra reproducción, poniendo en cuestión nuestra capacidad para decidir si queremos abortar o no. Además, violencia también son los roles a los que nos someten, un ideal de belleza, un modelo de familia, de relaciones y de sexualidad de los que es difícil escapar, puesto que el sistema se esfuerza en que interioricemos y normalicemos estos comportamientos.
Por todo esto, se plantea como una necesidad central para las mujeres organizarnos en contra de la opresión patriarcal. Pero no podemos conformarnos con esto, debemos luchar día a día en nuestros barrios, centros de estudio y centros de trabajo contra los ataques que sufrimos como parte de la clase trabajadora (siempre más fuertes por nuestra condición de doble opresión), tales como la reforma laboral, los recortes, la deuda y un largo etc. Es necesario organizar la respuesta contra este conjunto de opresiones, con la mirada puesta en la necesidad de superar el sistema capitalista y patriarcal, culpable de las mismas y fortalecer las herramientas necesarias para esta lucha tales como las organizaciones revolucionarias.
Nosotras vemos la necesidad de acudir a esta marcha estatal para seguir reivindicando que no queremos ni un feminicidio más, que no queremos sufrir esta opresión por el hecho de ser mujer; romper las cadenas que nos atan día tras día en esta estructura social que no hemos elegido, que ha sido impuesta por un sistema que no queremos.
EL 7N, LA LUCHA FEMINISTA CONTINÚA. TODAS Y TODOS CONTRA LAS VIOLENCIAS MACHISTAS. ¡NOS QUEREMOS VIVAS!

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